Los ejercicios respiratorios se dividen en ejercicios boca-nariz, ejercicios de suelo, respiración con los labios fruncidos y expansión costal
Ejercicios boca-nariz:
Inspire por la boca y espire fuerte por la nariz
Con el dedo, tape un agujero de la nariz y vaya respirando por el otro. Luego haga lo mismo con el otro agujero. Fíjese cuál de los dos agujeros está más obstruido.
Ejercicios de suelo:
Estírese y realice tres tipos de ejercicio.
Posicione las manos en el abdomen y respire.
Sople al final de la espiración y sienta si se produce algún cambio.
Tumbado sobre el suelo, eche el aire al estirar los brazos en forma de cruz, y al inspirar péguelos al cuerpo.
Tumbado, con los brazos estirados a los lados, a la altura de los hombros, con las palmas mirando el suelo, levante las rodillas flexionándolas hacia el abdomen.
Respiración labios fruncidos:
- Coja el máximo de aire por la nariz, de forma lenta y profunda, inflando el abdomen
- Después échelo por la boca de forma suave, como si soplara.
Expansión costal.:
Levante los brazos hasta la horizontal respirando por la nariz y baje los brazos echando el aire por la boca