En ocasiones por una infección en los pulmones o por otros motivos, el funcionamiento de su aparato respiratorio puede “descompensarse”. Usted debe conocer cuáles son los y las instrucciones que le proponemos a continuación:
Aumento de su dísnea (ahogo) más de lo habitual:
- Tómese la medicación de rescate “sprays” sin sobrepasar los límites que le hayan indicado.
- Quédese tranquilo en casa, descanse en posición sentado algo inclinado hacia delante: siéntese en una silla, con los pies separados y apoyados sobre el suelo, inclínese hacia delante. También puede ponerse de pie inclinado hacia delante, apoyándose en una repisa o inclinándose un poco sobre ella.
- Si lleva oxígeno en casa, colóqueselo todo el día según lo tenga pactado, NO LO AUMENTE.
- Realice ejercicios de fisioterapia respiratoria.
- Muévase más lentamente, de esta forma “ahorrará” energía.
¡SI NO MEJORA LLAME AL EQUIPO QUE LO ATIENDE!
- Aumento de sus secreciones:
Si presenta más moco del habitual) y/o hay un cambio en el color de estas secreciones (de color más amarillento o verdoso), o bien, presenta un cambio en la consistencia de las secreciones (mocos más espesos) y/o no puede expectorarlos, le recomendamos:
- Aumente la ingesta de agua.
- Realice drenado o limpieza de secreciones (intente expectorar).
- Póngase el termómetro y si tiene fiebre (+38ºC) llame al Servicio de Urgencias.
- Aparición de hinchazón de las piernas (edemas en los pies):
- Disminuya la toma de líquidos.
- Eleve los pies.
- Compruebe el color de las piernas.
- Si el problema no mejora llame al equipo que lo atiende.
- Aparición de dolor (sobre todo costal):
Acuda a su médico y explique el tipo de dolor y si no es controlable acuda al Servicio de Urgencias.
Sobretodo recuerde que usted DEBE PEDIR AYUDA SIEMPRE QUE EXISTA:
- Aumento de su disnea (ahogo) más de lo habitual y que no cede con las medidas anteriores que le hemos recomendado (quedarse tranquilo en casa, utilización del “spray” de rescate, etc.).
- Aumento de sus secreciones (mayor moco del habitual), junto con un cambio en el color (amarillento o verdoso), o bien, presenta un cambio en la consisten cia de sus secreciones (mocos más espesos) y/o imposibilidad de expectorarlos.
- Aparición de fiebre medida con termómetro.
- Edemas (“hinchazón”) en los pies.
- Dolor costal.
- Somnolencia (más sueño de lo habitual) durante el día o problemas para conciliar el sueño por la noche.
- Cefaleas (dolores de cabeza) por las mañanas.
- Alteraciones del estado de consciencia: irritabilidad, confusión mental, etc.